Stephanie Rivera

Stephanie Rivera Medero nació el 5 de octubre de 1992 en San Juan, Puerto Rico.  Residente de Trujillo Alto y estudiante de la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad De Puerto Rico, Recinto De Río Piedras.  Desde muy temprana edad sus padres; Jorge Manuel Rivera Collazo y Milagros Medero Rodríguez, amantes de los animales, inculcaron en su hija el amor y respeto por los animales, especialmente por los equinos.  Desde pequeña, Stephanie adoraba ir a alimentar a los animales junto a su padre, quien poseía en ese entonces dos ejemplares de Paso Fino.  A los siete años su padre le obsequia su primer caballo, una linda pony llamada "Paloma", a quien luego de once años todavía posee.  A los trece años obtiene su segundo ejemplar, este de paseo.  En este se accidenta, provocandole temor y frustración al subir a los caballos.  Luego de un año sin montar es gracias al Sr. Manuel Zuleta, amigo de la familia y entrenador de caballos de Paso Fino y Equitación, que comienza el proceso de volver a montar y comienza entrenamientos para lograr participar en competencias de equitación, como desde niña anhelo, pero sus entrenamientos son luego suspendidos luego del traslado de Zuleta a la República Dominicana.  No es si no hasta principios del año 2009 que insiste a su padre, desea participar en eventos de Equitación que se reúne con el gran amigo de su padre, el  Sr. Raul Aponte, Juez Internacional y entrenador de Equitación. Posteriormente dando comienzos a los entrenamientos para competencias de equitación.  En Mayo de 2009 en Trujillo Alto, logra su sueño y debuta como amazona juvenil en la categoría 15-17 años. Convirtiéndose Aponte en su segundo padre, mentor y padrino en el deporte, éste comienza a entrenarle para convertirle en instructora de equitación. En el año 2010 ingresa junto a su padre a la "Escuela De Jueces Certificados", donde obtiene su diploma y certificación como juez nacional, siendo la mujer mas joven en la historia de Puerto Rico en alcanzar este triunfo.

Stephanie disfruta, le apasiona grandemente y espera ser un ejemplo para la juventud en este gran deporte que es el caballo de Paso y poder brindar su experiencia adquirida no solamente en el arte de la equitación si no con todas las destrezas y conocimientos adquiridos.  También espera que tantos otros jóvenes amantes del deporte se inspiren y  conviertan cada uno de sus sueños en una meta y cada una de sus metas en un logro, pero por sobre todo que contribuyan positivamente en el mejoramiento de lo que es el mundo del caballo y del deporte para que así las futuras generaciones también puedan disfrutar de el.